La tradición arquitectónica no estuvo ajena a ello. En efecto, la Ecole de Beaux Arts de Paris, premiaba con un Grand Tour a Roma, a quienes ganaban un gran concurso final de proyectos de arquitectura.
El mismo Le Corbusier, el gran arquitecto y creador moderno, fue un radical crítico de esa escuela y de su modo de enseñanza, pero por consejo de su maestro Charles L’ Eplattenier viajará, concretando el denominado Voyage d’ Italie, su posterior Voyage d’ Orient y otras escapadas. Eran viajes autodidactas de estudio y no sólo de arqueología arquitectónica.
En efecto, estos viajes comprendieron visitas a edificios y paisajes pero también estadas en despachos y talleres de otros arquitectos y técnicos contemporáneos ponderados de valía.
A mediados de los años cuarenta se produce un click, una mutación, un cambio sustantivo. Ello ocurre cuando se pasa del viaje de elite, reservado a unos pocos, al viaje para todos los estudiantes de fin de carrera de cada generación.
(1) Citado en: Steward, Jill, Actuación en el extranjero: los turistas británicos en Italia y sus prácticas, 1840-1914, publicado en Lasansky, Medina y Mc. Laren, Brian, eds., Arquitectura y turismo (Percepción, representación y lugar), Gili, Barcelona, 2006, p. 73.
Fuente: Extractado del artículo “Del Grand Tour a las peregrinaciones laicas. Claves operativas del Viaje de Arquitectura” de los Arqs. Diego Capandeguy y Marcelo Danza. Publicación “Boarding Pass”, Febrero 2010. ISBN: 978-9974-0-0622-5
Como consecuencia, el contexto cultural de la Arquitectura y la propia disciplina también está cambiando: la forma en que percibimos, cómo aprendemos y qué consideramos que es el conocimiento disciplinar.
Entendimos que el Viaje de Arquitectura debía evolucionar también, y aprovechar al máximo las posibilidades de interacción y construcción colectiva que brindan las tecnologías actuales.
En ese marco, destacaremos un conjunto de innovaciones, académicas y tecnológicas, que hemos incorporado, con el objetivo de mejorar la experiencia del viaje, pero también con el propósito de experimentar y consolidar algunas propuestas y prácticas manejadas en viajes anteriores.
Por otro lado, buscó mejorar la comunicación interna del grupo -desde contenidos institucionales hasta noticias más personales-, conectando a los viajeros entre sí –estudiantes y docentes-, y también a sus familias, amigos y a la propia Facultad. Además, los contenidos públicos podían ser accedidos por cualquier persona desde internet.
Por otro lado, reformulamos las “Guías de Viaje”. Además de revisarlas y actualizarlas, las desdoblamos en una versión web -actualizable-, y la versión impresa.
La primera podría ser fácilmente continuada por los futuros grupos de viaje. En forma paralela, georreferenciamos las obras a visitar en mapas digitales que cargamos en los GPS que cada grupo de viajeros llevaría.
Fuente: Extractado del artículo “El viaje como acto docente integral”, de los Arqs. Salvador Schelotto y Pedro Barrán. Publicación “Viaje 2.0. Primera curricularización del Viaje de Arquitectura”. Octubre 2013. ISBN 978-9974-99-251-1